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martes, 1 de octubre de 2013

ÉTICA DEL PEDIGUEÑO

   
Φιλοσοφία

Aristóteles planteó con su ética eudemonista que el fin último del hombre es la búsqueda de la felicidad y que esta, sólo se alcanza con la virtud, la cual
se encuentra entre dos extremos viciosos, una que peca por exceso y otra que peca por defecto, quien quisiera ser feliz, tendría que ser una persona virtuosa, evitando por consiguiente la tentación del exceso o del defecto, que no dejan ser feliz a nadie.
     En esa búsqueda de la felicidad, es la ética materialista o teleológica, la que permite encontrar uno o varios motivos que empujan al ser humano a esa búsqueda de bienestar emocional, desafortunadamente se piensa en algunos casos, que sólo pidiendo y recibiendo se puede alcanzar la felicidad; esta es precisamente la ética del pedigüeño, la cual se manifiesta en la persona aparentemente necesitada, aquél o aquélla que cree, que todo lo merece, por el apellido, estrato social, el partido político, la edad, el color de piel , la estatura, el país de origen, su situación marital o por la situación socioeconómica y emocional en la que se encuentra, por eso al no recibir esto o aquello, se entristece, llegando inclusive a experimentar una angustia existencial.
     Dentro del perfil del pedigüeño, sobresale el resentimiento, una característica natural que él la considera como un valor de su carácter, porque aun recibiendo, todavía advierte, reclamando que se le debe, por lo tanto, no ha recibido el total de lo que es suyo. La ética del pedigüeño es como un virus, que puede contagiar con el quejido permanente o intoxicarnos con sus frases lastimeras inspiradas en algún sentimiento religioso o filosófico.
     El pedir es tan natural al pedigüeño como su esperanza y en esa esperanza frustrada, el pedigüeño siempre está apelando a la justicia, para él, casi todo por no decir todo, es injusto, por eso desde el punto de vista psicológico, el pedigüeño tiene el perfil típico del paranoico, cuando cree no recibir lo que se merece por su resentimiento enfermizo, se siente perseguido. Sin dudas es un estilo de ética orética, materialista en la medida que quiere satisfacer el instinto del placer a través de lo que el otro le pude regalar. Para el pedigüeño es más cómodo pedir que trabajar, el trabajo se convierte en un castigo que, según él, no lo merece nunca. Tomar la iniciativa para el emprendimiento y forjar una empresa no figuran en su proyecto de vida, porque sus sueños empresariales son demasiado elevados; sin embargo, constantemente hace alarde de grandes proyectos que nunca consolida, inspirando con esto una lástima que conmueve a quien lo escucha.
     Otro punto filosófico que sostiene el ego del pedigüeño, está en creer que la sociedad en general, la religión y el Estado, tienen una deuda moral y material que jamás podrán saldar, y como no pueden pagar de un todo, la mejor forma de pago es la que se hace poco a poco, es decir el pedigüeño vive con la ilusión infinita de recibir y con el convencimiento y la frustración, que morirá sin recibir todo lo que ha esperado por siempre.
     La amistad en el pedigüeño está fundamentada en las cuestiones materiales que recibe de quien considera su amigo, esta amistad es grande en la medida que el amigo proporciona lo suficiente para mantener su amistad, en este sentido el grado de amistad es directamente proporcional a los bienes que se recibe, dejando claro el sentido utilitarista en que se basa esta ética.

Matías de J. Beltrán J.
20-abril-2020

3 comentarios:

  1. Muy buen articulo, buena argumentación , refleja una realidad social, una ética muy presente en países como colombia. 👏

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  2. Esta bueno pero le falta sangre

    Att: cata iguaran

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